¿Te acuerdas de cuando querías salir con tu pandilla, y alguien decía que no salía porque decía que era «muy casero»?
Para resumir, el hygge es simplemente una sensación de bienestar. Una forma de disfrutar de la vida con cosas sencillas. Ya sea pasando más tiempo con amigos cercanos o familiares, sentándonos junto a un fuego con un chocolate caliente. Disfrutar de una buena lectura o poniéndonos calcetines calientes y ropa seca después de una tormenta.- Es esa sensación que tienes cuando dices «Es que…¡Estoy muy a gustito!»-.
HYGGE, UN ESTILO DE VIDA
Para definir estos conceptos el danés Meik Wiking, sin duda es el más cualificado: es director del Instituto de Investigación de la Felicidad en Copenhague, un Think tank (laboratorio de ideas). Que fundó en 2013 después de observar la creciente atención global que se está prestando a la felicidad. En 2011, la ONU publicó una resolución que declaraba que «la búsqueda de la felicidad es un objetivo humano fundamental», y en 2012 publicó su primer Informe sobre la Felicidad Mundial.
Para ello, teniendo en cuenta una serie de factores como:
- La salud
- La seguridad familiar y laboral.
- La libertad política
Dinamarca ha encabezado la lista de los países más felices cuatro de cada cinco veces.
En los últimos meses, en todo el mundo se habla mucho de hygge. ¿Porque conecta con una forma de entender y vivir la vida a la que en el fondo aspiramos? ¿Porque dicen que el hygge encierra el secreto de la felicidad? Lo que está claro es que Hygge es la nueva tendencia de moda.
QUÉ SIGNIFICA HYGGE (ACOGEDOR, BIENESTAR)
Es una de esas palabras referida a una emoción: «No se escribe, se siente». Lo complicado es explicar exactamente qué es. Al hygge se le ha llamado de todo, desde «el arte de crear intimidad», «confort del alma» y «ausencia de molestias». A «el placer de la presencia de cosas reconfortantes«, «unión acogedora», «hygge el bienestar a la danesa». «Refugiarse en casa en busca de privacidad o como vía de escape».- Como ves, lo más fácil es intentar pronunciar esta palabra danesa ;)-.
El hygge tiene más que ver con el ambiente y la experiencia que con las «cosas». Consiste en estar con las personas que amamos. Una sensación de hogar. Sentirnos seguros,
protegidos del mundo, y permitirnos bajar la guardia. Ya sea teniendo una conversación sin fin sobre las pequeñas o grandes cosas de la vida –o solo estar a gusto en compañía del otro en
silencio– o sencillamente disfrutando una taza de té a solas.
Seguro que hasta tú has practicado «hygging», sin saber que se nombraba como tal. A través de disfrutar de los pequeños placeres del día a día.
Pero quiero ir más allá, me gusta mucho la visión «remasterizada», de sentirse acogedor, cálido y confortable. Porque en este sentimiento de «hygge», se une además, la visión estética de la vida. Llegando a ser la necesidad de ver la belleza alrededor, como fuente de felicidad y de motivación.
Y es que hygge (por su origen danés), es de estética encantadora, simple y natural, casi rústica.
Y porque además, es una actividad totalmente accesible. El hygge se encuentra en los pequeños placeres del día a día. No hay que hacer acciones desmesuradas.
HYGGE ES TODO AQUELLO QUE POR SIMPLE QUE PAREZCA, A TI TE RECONFORTA Y TE HACE SENTIR BIEN
¿Cómo poner en práctica este estilo de vida en tu día a día?
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TÓMATE TU TIEMPO
Baja el ritmo, aprende lo que es la paciencia e incluso el aburrimiento. Ese tiempo es muy valioso. Y, sin embargo, ¡no hacemos nada! Soñamos, descansamos, respiramos. Presta atención a los pequeños placeres, a veces estás tan absorto por la rutina, por el día a día, que olvidas disfrutar de lo que tienes.
Trata de descubrir la belleza que te rodea: una estancia bien ordenada, una alfombra suave y «mullidita» bajo tus pies, tu gato cuando ronronea, la luz del atardecer al final del día,… Reconoce lo que tienes. Para cultivar esta gratitud.
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CUIDAR LA SIMPLICIDAD Y LA AUTENTICIDAD
De nuevo,» menos es más». El hygge se encuentra en los momentos más que en las pertenencias. Eso no quiere decir que tengas que llevar una vida austera. Sino todo lo contrario.
En el hygge, la calidad prima sobre la cantidad. Una de las claves principales de la felicidad danesa, son las relaciones auténticas, naturales, genuinas.
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VIVIR EL MOMENTO
Dejar de ser una persona «multitarea». Hacer una sola cosa a la vez, ayuda a apreciar lo positivo de cada detalle. El hygge también depende especialmente del mal tiempo. No se trata de estar contento y alegre las 24 horas del día. El hygge es el contraste a los momentos menos agradables.
Las cosas, los momentos, que necesitas y que esperas al final del día. O después haber realizado un sobreesfuerzo. Aquello que te reconforta, y que esperas con alegría, se valora aún más. Como por ejemplo, una buena ducha cuando has pasado el día fuera, un rico bizcocho después de horas en la cocina, calentarte las manos en la chimenea cuando hace frío.
APLICA EL HYGGE EN TU HOGAR A TRAVÉS DE:
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LUZ NATURAL
La palabra «hygge» tiene su origen en una palabra noruega que significa «bienestar». Esta zona recibe escasa luz natural, por ello se construye con amplios ventanales. Donde no necesitan persianas, y las cortinas son de tejidos vaporosos, o translúcidos.
La idea es crear espacios tranquilos y serenos, libre de desorden. Para ello se recurren a decoraciones de tonos neutros, en contraste con tonos más oscuros.
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TONOS NEUTROS, CLAROS Y LIGEROS
Al igual que en el estilo nórdico, la decoración danesa, se caracterizan por prescindir de elementos que recarguen la decoración del espacio. Para conseguir, así mayor sensación de amplitud. Transmitiendo una sensación de serenidad y calma, y para ello, los colores que más se utilizan son los colores neutros, en cualquiera de su tonalidad.
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APLICAR COMODIDAD Y CONFORT COMO PRIORIDAD
Todos los materiales, mobiliario y accesorios, están para proporcionar calidez. Muebles de madera, alfombras, cojines y mantas de algodón, lana mullida o lino. Sillones, butacas o sofás, tapizados en piel, en suaves y cálidas telas. El confort es prioritario en el hygge.
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NO PUEDEN FALTAR LAS VELAS, NI LAS BEBIDAS RECONFORTANTES
La clave del hygge, es crear ambientes acogedores, confortables y relajantes. Una forma sencilla de aportar calidez al ambiente es a través de las velas. Ello se debe a que el brillo cálido de una vela no puede ser reemplazado por una iluminación artificial. Los daneses utilizan velas blancas y sin perfume. (Tú escoge las que más te gusten ;).
Para acompañar tu momento hygge, no te olvides de tu taza de té, chocolate o incluso caldo caliente.
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NO TE OLVIDES DE INVITAR A LOS TUYOS
En el hygge, uno de los aspectos más importante, es compartir momentos en familia o amigos. Siendo el encuentro en espacios relajados. Por ello, se utiliza mobiliario que faciliten una buena conversación, iluminación indirecta o tenue. Suaves aromas que refuercen el recuerdo de ese momento, una melodía de fondo que acompañe. En resumen, crear un ambiente acogedor y confortable o «cozy» ;).
Todo esto también lo puedes aplicar en tus espacios de exterior, y disfrutar en la mejor compañía.
Seguro que tú también practicas el hygge, en mi caso lo llamo «estar a gustito en casa». ¿Cuál es tu significado o sentimiento de hygge?
¿TÚ TAMBIÉN QUIERES UN HOGAR HYGGE?